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(cuando miel invasora)
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Justo ahora, cuando miel invasora
se vierte en labios que la pasión separa
júrame que vendrás, que tu abrazo de mar,
que tu rocío rojo,
que tu ardentia y ansia,
que tu vibración cruda…
No mañana ni nuca. Justo ahora
me alcanzas, rabiosamente honda,
enrojecida y pura.
Te miro, cántame, te oigo
de pronto, aquí en el túnel de la sal oscura,
tus besos, de puro borbotón, yerras mi boca;
te prometo, te abrazo, levanto tus cimientos;
levantas tú los míos en los bronquios
que juran a un tramo de paloma
por encima del aire.
Mírame, te canto,
es mía tu inocencia
y eres muerte que asciende en mi
prohibiendo todas las espadas.
Inundas y desbaratas la abrasante costa
de mi sangre.
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