Ana Mª Gavilá Valls

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Mi sangre

Te creo cuando me dices
que tus ojos son muy claros.
Tus lágrimas,
si las dejas caer,
serían de miel.
Toma la tinta de mis venas.
Me desangro lentamente.
El hielo azul resbala por mi brazo
y gotea en tus labios.
Mi sangre está llena de
trozos de ti,
de palabras olvidadas.
Trágame con cuidado.
Estás dentro
envuelto en mi fragilidad.
Ahora ya puedo morir,
ahogada en saliva
en tu boca.
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